La vitamina A desempeña múltiples funciones clave en el organismo, desde la salud ocular hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico y la protección celular contra el daño oxidativo. Su presencia en la dieta es esencial para mantener un funcionamiento óptimo del cuerpo y prevenir deficiencias que podrían tener consecuencias negativas para la salud¹. Conoce más a detalle estas funciones:

Salud ocular: La vitamina A, en forma de su derivado retinol, desempeña un papel esencial en la formación y mantenimiento de la retina, la cual está conformada por capas de tejido nervioso, contribuyendo significativamente a la salud visual, especialmente en condiciones de poca luz.

Crecimiento y desarrollo celular: La vitamina A juega un papel vital en el crecimiento y desarrollo celulares, contribuyendo al mantenimiento de la piel – el órgano más grande del cuerpo - y las membranas mucosas. Esto proporciona una barrera protectora contra bacterias y virus que provocan infecciones y favorece la regeneración celular.

Transcripción de genes: Si el retinol se absorbe por una célula, se convierte en retinaldehído y posteriormente en ácido retinoico, contribuyendo al desarrollo de las células que conforman los órganos, revelando su papel crucial en las redes de señalización celular que controlan la diferenciación de células.²

Desarrollo de huesos y dientes: La vitamina A es esencial para el desarrollo de todo el sistema óseo. Actúa como un factor clave en la formación y reparación de tejidos, asegurando un crecimiento adecuado.

Función inmune: La vitamina A favorece la proliferación y diferenciación de las células T, componentes cruciales del sistema inmunológico. También contribuye a la formación de estas mismas células T reguladoras, que son esenciales para prevenir respuestas inmunes dañinas y autoinmunes.³

Salud de la piel: El ácido retinoico, derivado de la vitamina A, desempeña un papel clave en mantener la salud de la piel al activar genes y diferenciar células inmaduras. En el tratamiento del acné, es un retinoide el que reduce el tamaño y la secreción de glándulas sebáceas, combate bacterias, y disminuye la inflamación.⁴

Al conocer la vitamina A y entender para qué sirve, se ven claramente los beneficios que tiene para la salud. Su papel en la mejora de la visión, especialmente en condiciones de poca luz resulta de los beneficios más importantes. Mantener niveles adecuados de vitamina A puede prevenir problemas oculares como la ceguera nocturna y la xeroftalmia, una condición que causa sequedad en los ojos y puede llevar a la ceguera.⁵

Además de su impacto positivo en la visión, la vitamina A también promueve la salud de la piel. Contribuye a la regeneración celular y mantiene la integridad de la piel, previniendo problemas como el acné y la piel seca. La capacidad de la vitamina A para estimular la producción de colágeno también la convierte en un aliado poderoso contra los signos del envejecimiento, como las arrugas y las líneas finas.⁶

En el ámbito del sistema inmunológico, la vitamina A desempeña un papel fundamental en la defensa del cuerpo contra infecciones y enfermedades. Al fortalecer la función de los glóbulos blancos, ayuda a combatir patógenos y promueve una respuesta inmunológica efectiva.

Uno de los principales trastornos de la falta de vitamina A es la ceguera nocturna, una condición en la que la visión se ve afectada en condiciones de poca luz. A medida que la deficiencia empeora, puede conducir a la xeroftalmia, una condición más grave que puede resultar en ceguera irreversible que se caracteriza por una sequedad ocular.¹ La xeroftalmia es la principal causa previsible de ceguera infantil.(27,31).

Además de los problemas oculares, la deficiencia de vitamina A puede comprometer el sistema inmunológico y alterar el desarrollo y regulación adecuada de linfocitos⁷ -glóbulos blancos cuya función es reaccionar y actuar frente microorganismos externos y células anómalas -, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades. Los niños con deficiencia de vitamina A son más propensos a contraer infecciones respiratorias y gastrointestinales, lo que puede afectar su crecimiento y desarrollo.

La piel también se ve afectada por la falta de vitamina A, ya que la regeneración celular disminuye, dando lugar a problemas como piel seca, escamosa y propensa a infecciones. Por otro lado, la deficiencia de vitamina A puede afectar el desarrollo óseo, aumentando el riesgo de fracturas y debilitando la estructura ósea.⁵

Mantener una dieta equilibrada y rica en vitamina A es esencial para prevenir deficiencias y promover la salud general. Algunos alimentos que son especialmente ricos en vitamina A son:

Zanahorias: Estas hortalizas son conocidas por su alto contenido de betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A. Las zanahorias son excelentes para mantener la salud ocular y de la piel.⁸

Espinacas: Verduras de hojas verdes como las espinacas son una fuente rica en vitamina A, así como en otros nutrientes esenciales como el hierro y el calcio.⁷

Hígado y otras víceras: Estas son algunas de las fuentes más concentradas de vitamina A en forma de retinol. Sin embargo, el hígado en particular se debe consumir con moderación debido a su alto contenido de grasa.⁷

Huevos: Entre otros nutrientes esenciales, el huevo contiene vitamina A. Incluir huevos en la dieta puede ser una forma efectiva de obtenerla de una forma nutritiva y deliciosa al empezar el día.⁷

Camote: Una excelente fuente de betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A. Es rico en fibra y otros nutrientes beneficiosos.⁹

Verduras de color rojo: Además de las espinacas, otras verduras como los jitomates, pimientos, y acelgas aportan no solo vitamina A sino también vitamina C, otro antioxidante crucial para la salud.⁷

Ciertas especies marinas. El congrio, las angulas y anguilas, y ciertos mariscos también son una nutritiva fuente de vitamina A.⁸

En casos donde la dieta no proporciona suficiente vitamina A, o en situaciones específicas donde se requiere un aumento de la ingesta, los suplementos de vitamina A pueden ser una opción como ADerogyl® que fortalece tu sistema inmune y ayuda a la prevención y tratamiento del resfriado común. Contiene vitaminas A, D y C que ayudan a los problemas causados por las deficiencias de las mismas.

Y recuerda, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar a tomar suplementos para determinar la dosis adecuada y evitar posibles efectos secundarios.