Seguramente te puede parecer confuso -o lo mismo- cuando alguien dice que tiene resfriado, gripe o influenza, que son enfermedades respiratorias contagiosas, pero provocadas por virus diferentes.

Fortalece tu respuesta inmunitaria y sistema inmunológico todo el año
Fecha de Publicación: 22/09/25
Para disfrutar la vida al máximo y estar listo "para lo que venga", es fundamental contar con un escudo protector fuerte.
Tu sistema inmunológico es precisamente eso: una primera línea de defensa que te cuida día a día.1
Entender cómo funciona y cómo puedes apoyarlo, incluso con vitaminas para el sistema inmune, es clave para tu bienestar.
Entendiendo tu escudo protector: la importancia de una respuesta inmunitaria fuerte
Tu sistema inmunitario es una compleja red de células, tejidos y órganos que juntos ayudan a tu cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades respiratorias.2
Cuando los gérmenes, como bacterias o virus, invaden tu cuerpo, estos atacan y se multiplican, lo que se conoce como infección.2 Esta infección es la que causa la enfermedad que te afecta; sin embargo, tu sistema inmunitario te protege de ella al combatir esos gérmenes.2
En esencia, tu sistema inmunológico es la primera línea de defensa de tu cuerpo contra invasores como los gérmenes, ayudando a protegerte de enfermedades y promoviendo la curación cuando estás enfermo o lesionado.1
El sistema inmunitario protege a tu organismo de elementos que identifica como perjudiciales o ajenos, conocidas como antígenos.2 Estos antígenos pueden ser gérmenes, sustancias químicas, toxinas o incluso células dañadas.2
Al detectar un antígeno, tu sistema inmunitario, lo ataca, en un proceso llamado respuesta inmune.2 Un componente de esta reacción es la creación de anticuerpos, que son proteínas cuya función es enfrentar, neutralizar y eliminar los antígenos.2
Además, tu cuerpo también produce otras células para combatir el antígeno y, muy importante, recuerda al antígeno.2 Si este vuelve a aparecer, el sistema puede identificarlo y enviar rápidamente los anticuerpos correctos, evitando en la mayoría de los casos que te enfermes; a esto se le llama inmunidad.2
De esta manera, cuando tu sistema inmunológico funciona correctamente, es capaz de distinguir entre tus propias células y aquellas que no pertenecen a tu cuerpo.1 Se activa y moviliza para eliminar los gérmenes que pueden dañarte, terminando el ataque una vez que la amenaza ha desaparecido.1
Un estilo de vida saludable ofrece múltiples beneficios, incluyendo el fortalecimiento de tu inmunidad.3
Tu sistema inmunológico es complejo y lucha contra todo, desde resfriados comunes hasta condiciones más serias, siendo influenciado por diversos factores.3
Aunque a menudo no se consideran un factor contribuyente a la función de los tejidos o la salud, las variaciones estacionales existen, y muchas enfermedades respiratorias y procesos fisiológicos muestran periodicidades anuales.4
Claves para mantener tu inmunidad alta y tu energía al máximo
Mantener tu inmunidad en óptimas condiciones es un acto de alegría y optimismo, permitiéndote abrazar cada día con vitalidad.
Cuidar de ti mismo ayudará a tu sistema inmunológico a cuidar de ti.3
Adoptar estos hábitos es un gran paso hacia como tener un sistema inmunológico fuerte y disfrutar de una vida plena.
El poder de un estilo de vida saludable para fortalecer el sistema
Comer suficientes nutrientes como parte de una dieta variada es esencial para la salud y el funcionamiento de todas tus células, incluidas las células inmunitarias.5
Comer bien significa enfatizar la abundancia de frutas y verduras, proteínas magras, granos integrales y productos lácteos descremados o bajos en grasa, limitando a su vez las grasas saturadas, la sal y los azúcares añadidos.3
La actividad física regular te ayuda a sentirte mejor, dormir mejor y reducir la ansiedad.3
Combinada con una buena alimentación, la actividad física puede ayudar a mantener un peso saludable y ofrece beneficios inmediatos y a largo plazo.3
Por ejemplo, estar físicamente activo puede ayudar a reducir las posibilidades de complicaciones por gripe o neumonía, y la investigación emergente sugiere que la actividad física puede beneficiar potencialmente la inmunidad.3
La evidencia científica está demostrando que la pérdida de sueño puede afectar negativamente diferentes partes del sistema inmunológico, pudiendo llevar al desarrollo de una amplia variedad de trastornos.3
Es importante conocer y seguir las horas de sueño recomendadas por día para tu edad.3 El sueño es un tiempo de restauración para el cuerpo, durante el cual se libera un tipo de citoquina que combate las infecciones; dormir muy poco disminuye la cantidad de estas citoquinas y otras células inmunitarias.5
El estrés mental crónico puede influir en tu bienestar general y en tu sistema de defensas.5
Este tipo de estrés lleva a la liberación de hormonas como el cortisol; aunque la inflamación es inicialmente necesaria para activar las células inmunitarias, una supresión prolongada por el cortisol puede afectar la acción de los glóbulos blancos.5
Vitaminas para el sistema inmune: ¿cuáles son esenciales para tu bienestar?
Para que tu sistema de defensas opere correctamente, requiere el aporte de ciertas vitaminas y minerales esenciales.6
Micronutrientes como la vitamina C, la vitamina D y el zinc son ejemplos clave de estos elementos indispensables.6
Asegurar una ingesta adecuada de estos compuestos a través de lo que comes y bebes diariamente es fundamental para la vitalidad de tu sistema inmunológico.6
Suplementos vitamínicos: ¿cuándo es bueno tomar vitaminas y cómo elegir?
Es importante recordar que los suplementos de multivitaminas y minerales no deben sustituir el consumo de una variedad de alimentos importantes para una alimentación saludable, ya que los alimentos aportan mucho más que solo vitaminas y minerales.7
Aunque algunas personas toman estos suplementos como una forma de "seguro" dietético, para otras puede ser particularmente beneficioso tomar un multivitamínico o ciertos nutrientes específicos.7
Esto incluye, por ejemplo, a quienes están embarazadas o planean estarlo, siguen dietas vegetarianas o veganas estrictas, bebés amamantados por madres con deficiencia de B12, personas mayores de 50 años (para la B12), o aquellos con dietas bajas en calorías o ciertas condiciones médicas que afectan la digestión.7
Un suplemento general de multivitaminas/minerales que proporcione las cantidades dietéticas recomendadas (RDA) puede ser útil en estos casos, siempre bajo supervisión médica.5
Es crucial entender que las megadosis de suplementos no suelen estar justificadas y, en ocasiones, pueden ser perjudiciales o incluso suprimir el sistema inmunológico.5
Los suplementos vitamínicos no deben considerarse un sustituto de una buena dieta, ya que no contienen todos los beneficios de los alimentos saludables.5
Empodera tu salud y vive cada momento con energía y protección
Tu sistema inmunológico es como un sistema de seguridad doméstico: siempre alerta, listo para protegerte contra intrusos y sonar la alarma cuando percibe una amenaza.1
Las células y órganos de tu sistema inmunológico trabajan conjuntamente para localizar, identificar y eliminar gérmenes y otros invasores, manteniéndote seguro y saludable.
Pero su labor no termina ahí; también se encarga de reparar el daño causado, tal como necesitarías a alguien para arreglar una ventana rota.1
Cuida tu sistema inmunológico con un estilo de vida saludable, una dieta balanceada y, cuando sea necesario y bajo consejo profesional, el apoyo adecuado de vitaminas, ¡y prepárate "Para lo que venga"!
Sobre el autor
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