Inmunidad 24/7: ¿cómo Aderogyl® te ayuda a protegerte para lo que venga?

  • Aumenta tus defensas

Fecha de Publicación: 25/08/25

Tu sistema inmune es fundamental para tu salud general, ya que es esencial para sanar heridas, protegerte de infecciones y cuidarte de enfermedades crónicas.1

Múltiples factores, desde lo que comes hasta cómo manejas el estrés y cuánto descansas, influyen en la fortaleza de tus defensas, impactando directamente tu bienestar y energía para enfrentar cada día.1,2

Sabemos que quieres vivir cada día al máximo, disfrutando de tus pasiones y momentos en familia, sin que la salud sea un obstáculo.

¿Te gustaría descubrir cómo puedes blindar tus defensas para que nada te detenga? Sigue leyendo, porque entender cómo proteger tu sistema inmune es el primer paso para vivir plenamente y estar listo "para lo que venga".

¿Qué es el sistema inmunológico y por qué es tu mejor aliado para disfrutar la vida?

Entendiendo la función básica de tu sistema inmunológico de forma sencilla

Tu sistema inmunitario es una compleja red de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para ayudar a tu cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades.3

Cuando los gérmenes como bacterias o virus invaden tu cuerpo, estos atacan y se multiplican, lo que se conoce como infección.3 Si una infección prospera, es cuando te enfermas; es entonces que tu sistema inmunitario se encarga de protegerte, luchando activamente contra esos gérmenes invasores.3

La misión principal de tu sistema inmunológico es doble: por un lado, impedir la entrada de microorganismos dañinos como bacterias, virus y hongos, y por otro, aniquilar a aquellos que logren infiltrarse en tu organismo.4 Para lograrlo, este sistema opera como un conjunto vital y altamente coordinado de células y órganos dedicados a resguardar tu cuerpo de las infecciones.4

La inmunidad innata es tu primera línea de defensa contra los patógenos e incluye barreras como la piel que impide la entrada de la mayoría de los patógenos, el moco que los atrapa, el ácido estomacal que los destruye, y enzimas en el sudor y las lágrimas que ayudan a crear compuestos antibacterianos.2

Y si los gérmenes logran pasar estas defensas, los glóbulos blancos entran en acción para combatirlos directamente.3 Los órganos y tejidos del sistema linfático como el timo, el bazo, las amígdalas, los ganglios linfáticos, los vasos linfáticos y la médula ósea, producen, almacenan y transportan glóbulos blancos.3

Además de estas defensas inmediatas, posees la inmunidad adaptativa o adquirida, un sistema inteligente que aprende a identificar a cada patógeno específico que encuentra.2

Este sofisticado mecanismo de aprendizaje es dirigido por células y órganos especializados como el bazo, el timo, la médula ósea y los ganglios linfáticos,2 y ante la invasión de una sustancia extraña, estos componentes se activan para fabricar anticuerpos y multiplicar las células inmunes que están específicamente diseñadas para neutralizar y eliminar esa amenaza particular.2

Luego, tu sistema inmune se adapta recordando la sustancia extraña para que, si vuelve a entrar, los anticuerpos y células sean aún más eficientes y rápidos para destruirla.2

Una mujer se cubre la nariz con un pañuelo, sugiriendo síntomas de alergia o un resfriado, destacando la importancia de protegerse y fortalecer el sistema inmunológico en diferentes ambientes.

Vitaminas esenciales: los pilares para reforzar tu sistema inmune y proteger tu bienestar

El ABC de las vitaminas para tus defensas

Para que tu sistema inmunitario funcione como un reloj y te mantenga saludable, es clave que obtengas suficientes vitaminas y minerales a través de lo que comes y bebes cada día.5

Hay algunas vitaminas que son especialmente importantes para tus defensas, como las vitaminas A, C y D, junto con otras del complejo B (B6, B12), E y K, y minerales como el zinc, selenio y hierro, entre otros.5

Si tu dieta no te proporciona las cantidades necesarias de estos nutrientes, tu sistema de defensas podría debilitarse, haciéndote más propenso a infecciones y dificultando tu recuperación.5

Vitamina A: tu primera barrera de protección

La vitamina A es muy importante no solo para mantener una buena vista y asegurar un crecimiento y desarrollo adecuados, sino también para que tu sistema inmunitario esté en óptimas condiciones.5

Esta vitamina es una pieza clave en la construcción y el buen funcionamiento de tus defensas, ayudando a regular cómo responden tus células inmunitarias ante las amenazas.6 Piensa en ella como un constructor que ayuda a formar y mantener en buen estado los "muros" de tu cuerpo, es decir, los tejidos epiteliales que recubren tus órganos, asegurando que estén bien estructurados y funcionen correctamente para protegerte.6

Vitamina C: el escudo antioxidante que necesitas

La vitamina C es conocida por su poder antioxidante y es fundamental para que tu sistema de defensas funcione correctamente.5

Además, tu cuerpo la necesita para producir colágeno, una proteína esencial para la piel y otros tejidos.5 Esta vitamina se concentra en las células que combaten las infecciones, como los neutrófilos, ayudándolas a moverse hacia donde se necesitan, a "comerse" a los microbios y a generar sustancias para eliminarlos.7

También juega un papel importante en el proceso de "limpieza" después de la batalla, ayudando a eliminar las células de defensa que ya cumplieron su función para evitar daños innecesarios a tus tejidos.7

Vitamina D: el regulador clave para una respuesta inmune eficaz

Además de ser esencial para la salud de tus huesos, la vitamina D juega un papel muy importante en cómo funciona tu sistema inmunológico.5

Estudios científicos publicados han mostrado que la forma activa de la vitamina D puede ayudar a "calmar" o regular ciertas respuestas de tus células inmunitarias, especialmente las que forman parte de la inmunidad adaptativa (la que aprende a reconocer invasores específicos).8 Por ejemplo, puede moderar la actividad de las células T, que son cruciales para coordinar la defensa, y también puede influir en la producción de ciertas sustancias que estas células liberan para combatir infecciones.8

Una mujer descansa en un sofá con una manta y se cubre la nariz con un pañuelo, ilustrando los síntomas del resfriado y la necesidad de cuidado y descanso para una pronta recuperación.

Aderogyl®: tu aliado en la busca de una inmunidad 24/7

¿Cómo Aderogyl® ampolletas apoyan tu salud y la de tu familia?

Aderogyl® es tu aliado de confianza.

Cada ampolleta de Aderogyl® está formulada con una combinación específica de vitaminas A, C y D, nutrientes esenciales que juegan un papel importante en el fortalecimiento de tu sistema inmunológico.

Su uso está indicado como un práctico auxiliar tanto en la prevención como en el tratamiento del resfriado común, una de esas molestias que a veces nos impiden disfrutar al máximo.9 Además, Aderogyl® también es útil en el tratamiento cuando existe una deficiencia de estas importantes vitaminas.9

Así, Aderogyl® te brinda el respaldo de estas vitaminas clave en una sola ampolleta,9 ayudando a reforzar tus defensas y permitiéndote que te concentres en lo que verdaderamente importa: vivir cada momento con energía y alegría.

Más allá de las vitaminas: hábitos que promueven un bienestar integral

Alimenta tus defensas: nutrición para la vitalidad

Comer suficientes nutrientes como parte de una dieta variada es necesario para la salud y función de todas las células, incluidas las células inmunes.2

Ciertos patrones dietéticos pueden preparar mejor al cuerpo para los ataques microbianos y el exceso de inflamación.2 Una dieta rica en fibra vegetal con muchas frutas, verduras, granos integrales y legumbres parece apoyar el crecimiento y mantenimiento de microbios beneficiosos.2

Ciertos microbios útiles descomponen las fibras en ácidos grasos de cadena corta, que han demostrado estimular la actividad de las células inmunes.2 Los alimentos probióticos como el yogur con cultivos vivos activos, las verduras fermentadas contienen bacterias útiles vivas.2

Por su parte, los alimentos prebióticos como el ajo, la cebolla, los puerros, los espárragos, las hojas de diente de león, los plátanos y las algas marinas contienen fibra y oligosacáridos que alimentan y mantienen colonias saludables de esas bacterias.2

Descanso y actividad física: energía para tus aventuras

El sueño proporciona un apoyo esencial al sistema inmunológico, y dormir suficientes horas de sueño de alta calidad permite una defensa inmune bien equilibrada que presenta una inmunidad innata y adaptativa fuerte.1

Por el contrario, la falta de sueño puede desequilibrar el sistema inmunológico, y la evidencia indica que, tanto a corto como a largo plazo, la privación del sueño puede enfermarte.1

Mover el cuerpo regularmente trae grandes beneficios, ya que el ejercicio contribuye a reducir el riesgo de padecimientos cardíacos y a conservar la fortaleza de tus huesos.10

Mantenerse activo físicamente es una forma de ayudar a tu organismo a deshacerse de bacterias en los pulmones y vías respiratorias, lo cual podría disminuir tus posibilidades de pescar un resfriado, gripe u otras afecciones similares.10

Además, el ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los glóbulos blancos; estos circulan más rápidamente y pueden detectar enfermedades con más rapidez.10

Manejo del estrés: equilibrio para tu mente y cuerpo

Desde tiempos ancestrales, nuestro cuerpo desarrolló una ingeniosa respuesta automática frente al estrés como un mecanismo de supervivencia para protegernos de peligros como depredadores y otras amenazas.11

Cuando percibimos un peligro, nuestro organismo se pone en alerta máxima, liberando un torrente de hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Estas sustancias provocan que el corazón lata más rápido, suba la presión arterial y se dispare nuestra energía, todo con el fin de prepararnos para confrontar la situación o huir de ella.11

Sin embargo, si este sistema de alarma natural, conocido como la respuesta de "lucha o huida", permanece constantemente activado debido al ritmo de vida moderno, puede traer serias repercusiones para nuestra salud.11

De hecho, el estrés crónico tiene la capacidad de debilitar nuestro sistema inmunológico, volviéndonos más vulnerables y haciendo más lenta la recuperación cuando nos enfermamos.11 Una buena noticia es que el ejercicio regular puede ser un gran aliado, ya que ayuda a disminuir la producción de estas hormonas del estrés.10

Al mantener bajo control los niveles de estrés, también estamos protegiendo nuestro cuerpo contra diversas enfermedades.11

Disfruta cada día al máximo y conta con ADerogyl® quando necesitas

Aderogyl® es tu aliado de confianza que ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico9 para que tú y tu familia puedan disfrutar la vida al máximo, todos los días, "para o que der e vier".

Recuerda que es importante comer una dieta balanceada, no fumar, realizar ejercicio moderado regularmente, dormir de 7 a 9 horas cada noche, y manejar el estrés para mantener tu sistema inmunológico fuerte y disfrutar de la vida plenamente.2

Descubre más sobre cómo tener un sistema inmunológico fuerte y vivir la vida al máximo.

Sobre el autor

ADerogyl®

Este artículo fue desarrollado por el Equipo Aderogyl, tu aliado en inmunidad. Creamos contenido con respaldo científico para darte la seguridad y el conocimiento para cuidar tu bienestar y el de tu familia, y así vivir la vida al máximo.

Contenido generado usando inteligencia artificial.

Permiso de Publicidad No. 243300201B0082. Aderogyl®, Solución, Reg. No. 38878 SSA VI y Aderogyl® C Solución, Reg. No. 52096 SSA VI. Si persisten las molestias, consulte a su médico, lea las instrucciones de uso.

MAT-MX-2501868

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