Seguramente te puede parecer confuso -o lo mismo- cuando alguien dice que tiene resfriado, gripe o influenza, que son enfermedades respiratorias contagiosas, pero provocadas por virus diferentes.
Cómo fortalecer el sistema inmunológico: El poder de las vitaminas y hábitos diarios
Fecha de Publicación: 22/12/25
Tu sistema inmunológico juega un papel fundamental en la protección de tu salud general, pues es el encargado de defender a tu cuerpo contra agentes infecciosos y enfermedades. Su capacidad para funcionar correctamente depende de varios factores, como la nutrición y tu estilo de vida.1
Para mantenerlo fuerte y listo para disfrutar cada momento, es clave adoptar hábitos saludables y asegurar una ingesta adecuada de nutrientes esenciales.1
Elegir un estilo de vida sano es el primer gran paso para cuidar tu sistema inmune de forma natural.2
Pequeños hábitos diarios con un gran impacto en tus defensas
Cuidar de tu sistema inmunológico es más sencillo de lo que parece. Integrar pequeñas rutinas en tu día a día puede potenciar tus defensas y prepararte para disfrutar la vida con energía y bienestar.2
Alimentación consciente: el combustible de tu bienestar
Así como un ejército necesita provisiones para la batalla, tu sistema inmune requiere un buen combustible y los componentes básicos para funcionar correctamente.2 Una alimentación variada y rica en frutas y verduras es una de las mejores estrategias para asegurar que tu cuerpo reciba las vitaminas, minerales y otros nutrientes que necesita para mantenerse sano.2,3
Cuando la dieta no es balanceada, tu sistema inmunitario podría no operar de manera óptima, dejándote más vulnerable a contraer infecciones.3
Y aunque una dieta equilibrada es la base de todo, a continuación exploraremos en detalle el papel fundamental que juegan algunas vitaminas clave en el fortalecimiento de tus defensas.
Actívate a tu manera: el poder del movimiento
Hacer ejercicio de forma regular puede ser de gran ayuda para tu bienestar.4 Investigaciones científicas sugieren que uno de sus beneficios es que la actividad física puede contribuir a limpiar los pulmones y las vías respiratorias de bacterias, lo que podría disminuir la probabilidad de desarrollar un resfriado u otras enfermedades.4
No necesitas rutinas extenuantes. Para obtener sus beneficios, puedes optar por actividades moderadas como caminatas diarias de 20 a 30 minutos, andar en bicicleta algunas veces por semana, o ir al gimnasio en días alternos.4
Lo importante es la constancia, pero sin excederse, ya que el ejercicio de alta intensidad y prolongado podría ser contraproducente.4
Descanso reparador: por qué dormir lo suficiente es clave
Un sueño de calidad es esencial para un sistema inmunitario equilibrado, ya que permite una defensa bien balanceada con una fuerte inmunidad innata y adaptativa.5 De hecho, la conexión es tan directa que se ha podido medir en estudios.
Una investigación clave encontró que las personas que duermen menos de 7 horas por noche tienen casi tres veces más probabilidades de desarrollar un resfriado en comparación con aquellas que duermen 8 horas o más.6
Además, no solo cuenta la cantidad de horas, sino la calidad. El mismo estudio demostró que una baja eficiencia del sueño (pasar mucho tiempo en la cama sin estar realmente dormido) puede aumentar el riesgo de enfermarse hasta cinco veces más en comparación con quienes tienen un sueño de alta eficiencia.6
Por lo tanto, asegurar un descanso profundo y reparador es uno de los hábitos más poderosos para mantener tus defensas en óptimas condiciones.6
Mantén la calma: la conexión entre el estrés y la inmunidad
Aunque nuestro cuerpo está preparado para manejar el estrés en pequeñas dosis, cuando se vuelve estrés crónico puede tener efectos serios en tu salud.7 El estrés prolongado puede alterar la comunicación entre el sistema inmunitario y otros sistemas del cuerpo, lo que se ha relacionado con el desarrollo de diversas condiciones de salud.7
Además, el ejercicio tiene un beneficio extra, ya que ayuda a disminuir la liberación de hormonas del estrés, las cuales pueden aumentar el riesgo de enfermedades.4
Mantente al día con tus vacunas: un entrenamiento para tus defensas
Así como los hábitos diarios, mantener tu esquema de vacunación actualizado es una forma proactiva de cuidar tu salud. Las vacunas son una herramienta fundamental que "entrena" a tu sistema inmunitario.8
Al introducir una versión debilitada o inactivada de un patógeno, enseñan a tus defensas a producir anticuerpos específicos sin causar la enfermedad.8 Así, tu cuerpo crea una memoria inmunológica que permite una respuesta mucho más rápida y eficaz si te expones al microbio real en el futuro.8
El poder de las vitaminas para fortalecer el sistema inmunológico
Además de los hábitos saludables, una nutrición adecuada es un pilar para tus defensas.1
Tu sistema inmunitario necesita un suministro constante de ciertas vitaminas y minerales para funcionar de forma correcta.3 Por ello, asegurar la ingesta de vitaminas para el sistema inmunologico es un paso clave para mantenerte protegido.
Entre las más importantes para un sistema inmune fuerte y saludable se encuentran las vitaminas A, C y D, cada una con un rol específico en el cuidado de tu cuerpo.1,8
Vitamina A: la guardiana de tus barreras protectoras
La vitamina A es fundamental para fortalecer la primera línea de defensa de tu cuerpo: las barreras físicas.9 Piensa en ella como la encargada de mantener en buen estado la "muralla" que te protege del exterior, es decir, la piel y las mucosas que recubren las vías respiratorias y el tracto digestivo. Al asegurar la integridad de estos tejidos, la vitamina A ayuda a impedir que los gérmenes entren a tu cuerpo.3
Para obtenerla, tu cuerpo tiene dos vías. Una es la vitamina A preformada, que se encuentra lista para usarse en alimentos de origen animal como el pescado y los productos lácteos.3 La otra es a través de la provitamina A, como los carotenoides presentes en frutas y verduras. Tu organismo transforma estos compuestos en la vitamina A que necesita.3
Vitamina C: el antioxidante que apoya a tus células de defensa
Conocida por su poder antioxidante, la vitamina C es un nutriente esencial que encuentras en cítricos y otras frutas y verduras.3
Esta vitamina actúa como un verdadero refuerzo para tus células inmunitarias. Ayuda a que los glóbulos blancos, los soldados de tu sistema de defensas, se muevan más rápido hacia el lugar de la infección y mejora su capacidad para eliminar los microbios.1
Por esta razón, consumir vitamina C de forma regular puede ayudar a disminuir la duración y los síntomas del resfriado común.1,3
Vitamina D: la directora de la orquesta inmunitaria
La vitamina D actúa como una directora de orquesta para tu sistema inmunitario. Es un nutriente que obtenemos de alimentos como pescados grasos, y que nuestro cuerpo también produce con la exposición al sol.3
Su rol es crucial en los tres niveles de defensa del cuerpo. Primero, ayuda a mantener la integridad de las barreras físicas.1 Segundo, estimula la producción de nuevas células inmunitarias y mejora la capacidad de las ya existentes para combatir patógenos.1 Finalmente, ayuda a regular la respuesta inflamatoria.1
Aderogyl®: tu aliado semanal para complementar tus buenos hábitos
Para complementar estos hábitos y darle a tu sistema inmune un respaldo práctico, puedes contar con un aliado como Aderogyl®. Su fórmula, que combina las vitaminas A, C y D, está diseñada para fortalecer tus defensas y auxiliar en la prevención del resfriado común.10
Integrar Aderogyl® a tu rutina es un hábito sencillo que se adapta a tu estilo de vida. La indicación de uso depende directamente de tu alimentación, para asegurar que recibas el apoyo que necesitas:
Para un respaldo constante, se recomienda tomar el tratamiento durante 5 a 6 semanas consecutivas, y en caso necesario, repetir el ciclo después de 30 días.10
Un sistema inmune fuerte es tu pasaporte a la alegría
En resumen, mantener un sistema inmunológico fuerte es un componente clave para una vida saludable y plena. Una ingesta suficiente de vitaminas y minerales, junto con hábitos de vida saludables, puede ayudar a mejorar tu inmunidad.1
Cuidar tus defensas a través de una buena alimentación, actividad física, un descanso adecuado y el manejo del estrés te da la confianza para enfrentar tu día a día y disfrutar de cada oportunidad.2
Empieza hoy a construir tu bienestar y prepárate para todo lo bueno que viene.
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Agosto/2025. MAT-MX-2502527